martes, febrero 21, 2006

Historias de la mili

Dice Axtericense que en la mili conoció a un tal Moreno Figueras que le daba al vino y a la poesía, combativo, callejero y putero... No sé si seré el mismo. Pero la mili de la que habla no fue en León. Las garitas de Serrano y de Telémaco, en lo más crudo del crudo invierno, sirvieron como testigos de las guardias más ásperas, pero también más reconfortantes. El Ejército ya no es lo que era. Otros tiempos. Otros moros.

1 comentario:

Anónimo dijo...

O sea, que ni las guerras son las que eran. ¡Ah, aquellas guerras de antes, donde había vencedores y vencidos, héroes y cobardes, leales y traidores! Ahora las guerras son un rollo, pues acaban en empate como un partido del Eibar...