domingo, marzo 25, 2007
Deprisa, deprisa
La izquierda, por ejemplo, es más convincente en su demagogia sobre la libertad de expresión. Puede dar la vuelta a la tortilla con la habilidad de un trilero. Y las masas, rugientes, se creen las grandes mentiras y las pequeñas verdades como si fuera doctrina infalible. Nada que no se supiera. Bambi se ha quitado la careta y asusta.
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