viernes, diciembre 16, 2005

El hombre de las tabernas

DADME un punto de apoyo y me tomaré otro cubata», clamaba Tomás Acero, poeta y novelista invisible, e ilustraba así para la historia el rasgo más pertinente del españolito. A pares e impares, rojos y azules, nos une, con las consabidas excepciones que necesitan para sobrevivir todas las normas y las afirmaciones, el cultivo de la dipsomanía.
Nadie se libra del borracherismo. Reside en el código genético como una especie de pecado original que hunde sus orígenes en el turbión de los siglos. Darle al frasco es, con perdón de las putas, el oficio más antiguo del mundo panhispánico. Descendemos del hombre de las tabernas, afortunada expresión hallada en una canción de MClan.
En una época más reciente, las responsabilidad de la afición desmedida (o no) al alcohol hay que buscarla en la BBC (Bodas, Bautizos y Comuniones), que ha significado para muchos niños y jóvenes el rito de paso hacia una vida con la visión borrosa.
Como cada año la Navidad comienza antes (por eso del calentamiento global, se supone), la Dirección General de Tráfico ha ordenado realizar 15.000 controles de alcoholemia diarios antes de las fiestas propiamente dichas.
Y corre por ahí el rumor de que, amén de las multas, a los infractores se les va a condenar a aprenderse y cantar de memoria aquel temazo de Perlita de Huelva cuyo estribillo decía algo así como: «Precaución, amigo conductor./La senda es peligrosa,/y te espera tu madre o esposa/para darte su abrazo de amor./Precaución, amigo conductor,/tu enemigo es la velocidad./Acuérdate de tus niños/que te dicen con cariño:/No corras mucho papá.»
Con cava riojano o champán del bueno (del que toma Isabel Pantoja), con calimocho o mistela, con anís o absenta, las comidas y cenas de trabajo, las reuniones familiares y las escapadas (furtivas o no) acabarán con cantos y bailes regionales.
Habrá a quien en medio del temporal se le ocurra mezclar el licor con pastillas de leche de burra o con algo de nieve. Olvidan que si se trata de celebrar la vida, lo más importante es conservarla largo tiempo. Stevie Wonder, Santa Claus, Gaspar, Melchor, Baltasar, Maroto y el de la moto han decidido dar ejemplo y este año no beberán antes de conducir. Todos contra el «doping».

1 comentario:

Anónimo dijo...

no hay ninguna duda, lo que buscan es alcohol. ni bisontes, ni verdes praderas, ni mujeronas, ni mujerones, ni vichisoises; sólo alguna camarera, un buen escuchante, y, eso sí, alcohol.